martes, 8 de junio de 2010

Origen del hombre

Como excusa de la presentación de un trabajo en nuestra Facultad de Medicina pude entreverarme con uno de los temas fascinantes por antonomasía de la ciencia: La evolución del hombre. Permitanme comentar que el trabajo final presentado no fue la gran maravilla porque es casi imposible compilar toda la información sobre tan majestuoso tema en corto tiempo, peor aun con la certeza de que el mal llamado maestro ni si quiera se digne en calificar él mismo (clásica desgracia del estudiante que condena la realización de trabajos y la explicación de la mala calidad de los mismos...)
Cabe mencionar también, como opinión compartida por muchos, que el tema en sí no es que sea de conocimiento necesario para nuestra carrera; sin embargo podemos analizarlo con una perspectiva distinta.
La magia de la anatomía comparada ha permitido que la ciencia médica avance de manera sublime, de hecho fue la clave para el desarrollo veraz de la medicina cuando la fiebre ilustrada invadía el conocimiento.

Galeno, inspirador de toda la medicina de la edad clásica y del aristotelismo anatómico de la edad media cometió un grave error, el mismo que se mantuvo mientras el hombre estuvo sumido en la superstición y represión intelectual propia del oscurantismo. El misticismo de los griegos impedía que los científicos pudiesen estudiar los cadáveres de seres humanos, aquel cuerpo que no fuese enterrado estaba condenado a penar lleno de dolor; a la mente salta la imagen de Antígona suplicando a Creonte por el cuerpo insepulto de su hermano.

Antígona en frente de su hermano insepulto

El error del anatomista fue crear una enciclopedia del cuerpo humano basándose en cadáveres de borregos y bueyes: útero, cerebro, músculos...claro que podría ser que coincidan ciertas partes pero el dogmatismo de la europa post-romana no permitió que nadie pusiera en duda dicho conocimiento.

Andreas Vesalio se dio cuenta de la terrible confusión y en una serie de experimentos en cadáveres humanos refutó con creces cualquier idealización del sistema Galénico; para la medicina este hecho pudo haber sido otra revolución Copernicana. ¡Las observaciones reveladoras de Vesalio inspiran curiosidad!

Ahora, para el caso pertinente, el conocimiento de la anatomía del hombre moderno nos permite observar con sorpresa las diferencias con nuestros antepasados en los cráneos de homínidos que a lo largo de los siglos permitieron que se desarrolle el cerebro, cuna y razón de la civilización.

http://humanorigins.si.edu/

Esta página nos permite encontrar respuestas e indagar sobre este tema, cuenta con recursos interactivos novedosos como un explorador en 3D que nos permite manipular herramientas, cráneos, esculturas ancestrales.



Publicado por: Vak

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